Jardines Para Eva
Exposición individual del 25 de septiembre al 2 de noviembre 2024, en la galería de la Alianza Francesa de Miraflores, Lima, Perú.

Texto Curatorial .
Esta exposición es una celebración de la vida de Evita, hija de Diana Riesco-Lind y Nolan Pérez Chirinos. Diana ha creado el conjunto de pinturas, bordados, audiovisuales y textos que forman parte de esta exhibición durante su propio proceso de duelo para compartir su experiencia como madre de Eva Lucía, quien falleció a las siete semanas de nacida debido a las complicaciones del síndrome de Edwards, que se le diagnosticó culminado el primer trimestre de gestación. Madre e hija, sus ancestros y su círculo familiar más cercano, se reúnen para celebrar la vida compartida y construir un nuevo ritual que abraza ciclos de tránsito y regeneración.
En sus pinturas, Diana retoma las imágenes de los paisajes amazónicos para habitarlos junto a Eva y su familia. En ellos coexisten seres en diferentes etapas vitales: naciendo, creciendo, regenerándose o extinguiéndose. Las plantas y los animales acompañan las vivencias de los sujetos y asumen formas que recuerdan a úteros, corazones y órganos humanos. Los paralelos entre la luz y la sombra, en medio de los árboles, remiten a los contrastes entre las emociones al enfrentar la muerte. Asimismo, la artista dedica una corona de flores bordadas para su hija, en la que incluye especies propias de varias regiones en un momento imposible de brote y florecimiento común, para referirse a todos esos lugares y caminos que quedaron pendientes de ser conocidos.
Finalmente, dentro del conjunto de obras se incluyen los textos escritos por Diana durante su embarazo y el enfrentamiento al diagnóstico de su hija y una serie de conversaciones e intercambios entre madres, doctores, científicos y familiares con los que comparte este proceso. En ellos se evidencian cuestionamientos a las formas en que se afrontan estos estos diagnósticos complicados y fatales desde las instituciones de salud y se proponen una reflexión sobre cómo las sociedades humanas, en la actualidad, no han desarrollado capacidades para acompañar a quienes atraviesan estos procesos. De este modo, en Jardines para Eva, a través de las representaciones del bosque amazónico, se abordan los ciclos vitales, las experiencias de pérdida y duelo, así como distintos aspectos que son parte de la maternidad, incluidos la ansiedad, incertidumbre y temor. Además, se propone resaltar la vulnerabilidad de quienes viven estos procesos, así como las problemáticas de género y violencia inherentes a las políticas de salud actuales.
Giuliana Vidarte

Ancestros, Diana Riesco-Lind , 2024, técnica mixta sobre lienzo, 90cm x 110cm
Cartas para Eva | Los Ancestros
Sabes, Evita, que mientras te esperábamos, rezaba para que todo saliera bien, para que tuvieras las mejores oportunidades. No solo rezaba a Dios, a la Virgen y a los santos, sino que también invocaba a nuestros ancestros: los conocidos y los lejanos, aquellos que llevamos en la sangre y que hicieron posible que estemos hoy aquí. Sé que estuvieron presentes.
Hablaba con ellos para que te protegieran, para que, si alguno de ellos podía hacer algo para ofrecerte mejores posibilidades, lo hiciera. Quería que nos acompañaran en el tiempo que pasarías con nosotros.
Cuando era niña, tenía uno o dos sueños recurrentes. En uno de ellos, caminaba sola por la densa selva y veía entre los árboles los rostros de mi familia. Ellos no me encontraban, y yo tampoco a ellos. Este sueño no lo recuerdo como una pesadilla; solo era así.
Mientras rezaba, veía aparecer en mi mente a tus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos. Me imagino que, así como en la espesura de la selva de mis sueños, ellos siempre estaban allí. En el día a día, no los veo, y muchas veces, ellos tampoco pueden acercarse, pero están presentes. Transitamos, de alguna manera, en mundos paralelos y conectados. Sé que, de todos modos, todos ellos, todos los seres de este y otros mundos que nos quieren, estuvieron aquí con nosotras y de algún modo apoyaron la bendición de conocerte. Viviste más de lo que cualquiera esperaba, superaste todos los porcentajes, números y probabilidades que te calcularon. Hoy caminas de la mano con ellos mi pequeña Eva.
Diana Fiorella Riesco-Lind

Efímero, Diana Riesco-Lind , 2024, óleo sobre lienzo, 100cm x 130cm
Cartas para Eva | Efímero
Cuando estabas en mi vientre, emprendimos un paseo a la selva. Decidí que iríamos juntas a caminar por un espacio especial para mí y espero que lo haya sido para ti.
Al adentrarnos en la selva, percibimos los aromas cítricos mientras nos abríamos paso entre las ramas. Los árboles nos ofrecían sombra y contribuían a la humedad de la atmósfera. El camino estaba lleno de detalles y colores.
He caminado esta misma selva en varias ocasiones, en distintos momentos del día o momentos del año he visto cosas diferentes, detalles que tal vez no estaban la vez anterior. A veces es una flor, un fruto, un hongo , nuevos brotes, hojas, hojarascas, ramas, lianas que aparecen, se re acomodan o caen de distinta manera.
Sólo en un par de ocasiones me crucé con unas orquídeas blancas hermosas que crecían silvestres en el suelo amazónico, nunca antes las había visto, ni recuerdo haber escuchado de ellas. Cuando nos encontramos con flores hermosas inesperadas, una mezcla de emociones nos embargan, nos enamoramos, y queremos cortarlas llevarlas a casa y preservarlas para siempre. Sabemos que al cortarlas seguramente su belleza durará aún menos, queremos trasplantarlas, pero sabemos que no existen por sí solas, existen en un fino equilibrio con todo lo que tiene a su alrededor, así que no nos queda otra cosa que disfrutarlas tal cual están allí en el bosque. Nos quedaremos a verlas el tiempo que podamos pero tendremos que dejarlas ir en su momento sabiendo que esas mismas orquídeas nunca las volveras. a ver.
Muchas cosas hermosas son así mi amor, de vidas cortas, hermosas y efímeras y por mas que queramos prolongar nuestro tiempo con ellas. Las debemos dejar ir.
Diana Fiorella Riesco-Lind

Tiempo ,Diana Riesco-Lind, 2024, técnica mixta sobre lienzo, 110cm x 90cm
Cartas para Eva | Tiempo
El tiempo es relativo. Recuerdo que, cuando era niña, una semana era una eternidad; ahora pasan dos años sin darme cuenta.
Toda tu vida la pasamos juntas, Evita, protegiéndote e intentando librarte de todo mal. Nos propusimos, junto a tu papá, que lograses todas las metas posibles: desde crecer unos centímetros, aumentar de peso, hasta sacar tu DNI.
Los que nos rodeaban y sabían de ti también estaban atentos desde la distancia, pero listos para acercarse cuando se les llamara. Imagino que todos los seres que te conocieron estuvieron atentos a tu paso por esta tierra. Un tiempo intenso, en el que, al igual que cuando era niña, unas pocas semanas se convirtieron en una eternidad.
Diana Fiorella Riesco-Lind

Te acompáñanos, Diana Riesco-Lind, 2024, técnica mixta sobre lienzo, 110cm x 90cm
Cartas para Eva | Te acompañamos
Eva, los primeros días que supimos que andabas creciendo en mi vientre, tus hermanitos de cuatro patas ya lo intuían. Cuando mi cuerpo ya claramente mostraba que estabas creciendo hermosa en mí se pegaban aún más a mi lado, curiosas.
Así son ellos, sensibles como los demás seres en este mundo que me hubiese gustado tener más tiempo de mostrarte.
Recuerdo al principio cuando llegaste a casa todas estaban curiosísimas por conocerte. Pero teníamos algo de reparos. En especial tu abuelita no quería saber nada de animalitos cerca de su nieta.
Poco a poco mientras te atendíamos, alguna lograba entrar sigilosa y caminar bajo tu cuna, otros día intentaban de nuevo.
Hasta que un día salí del cuarto para prepararte leche y al regresar estaba la gata Lima sentadita dentro de tu cuna. Al verme inmediatamente saltó al piso y se retiró caminando tranquila como si nada hubiese sucedido. Las dos, la gata y tú unas relajadas como diciéndome, hay mami tu te preocupas demasiado.
En qué conversaciones habían estado ustedes. Donde estás ahora, ¿Tus hermanitos te pueden ver? Ellos te pueden percibir? Cómo será. Ya me contarás cuando nos encontremos algun dia.
Diana Fiorella Riesco-Lind

Luz, Diana Riesco-Lind, 2024, óleo sobre lienzo, 90cm x 110
Cartas para Eva | Luz
Bajo los árboles, la espesura del bosque es hermosa, llena de detalles, aunque es fácil perderse, el entorno se oscurece rápidamente al llegar el atardecer. Entre las ramas más altas, se observa un contraste intenso de luz cálida que baña la parte superior de los árboles, los cuales reciben los últimos rayos de sol al despedirse el día.
Nos dijeron que tendríamos minutos o solo horas cuando nacieras y nos sorprendiste regalándonos siete semanas cuatro días. Vivimos este tiempo con la intensidad que nos planteaste, asombrados del milagro de tenerte con nosotros. La vida nos dio la tranquilidad de despedirnos de ti abrazándote, mirándonos, en compañía de lo que fue tu mundo, hasta que llegó tu hora de partir, rodeada de amor y tranquilidad.
Serás siempre para nosotros puro amor, pura ternura. Lejos de sentirnos amargos con la vida, eres luz y bendición, a nuestros ojos siempre te veremos como nuestra pequeña. Sabemos que donde estás ahora eres más grande que nosotros, acompáñanos siempre hermosa Eva Lucía.
Diana Fiorella Riesco-Lind

Los rincones que me hubiese gustado enseñarte, Diana Riesco-Lind, 2024, Bordado sobre tela, 150cm x 140cm
Cartas para Eva | Los rincones que me hubiese gustado enseñarte
Hace años, cuando tu abuelo partió, comprendí el valor de las flores, el valor de los abrazos y del acompañamiento en silencio, la importancia de los ritos y del simple acto de estar presente en la despedida de este mundo. Recuerdo cómo, en esos días, se acumularon arreglos florales, cada uno cargado de significados: algunos decían «gracias» y «te admiro», otros susurraban «te quiero», «te amo», «te extraño», y algunos más murmuraban «perdón» y «lo siento». Así que ahora que también nos hemos despedido, te traigo flores. Estas flores también dicen «gracias», «te admiro», «te quiero», «te amo», «te extraño» y «lo siento». Discúlpame si tal vez podría haberte dado más y mejor. Estas flores crecen en el Perú, algunas son nativas y no se encuentran en ningún otro lado, otras son migrantes y hoy crecen silvestres. Escogí para ti flores de todos lados, de distintas alturas, de distintos climas, que florecen en distintas épocas del año. Son un reflejo de todos los rincones que me hubiera gustado mostrarte. Cómo iba a ser imposible traerlas te las he bordado, había muchas más que no llegaron a entrar, pero, tú me entiendes. Cuando nos dejaste de pronto me imaginé que ya no eras bebé, que eras una radiante niña contenta corriendo a los brazos de tu abuelo que te esperaba, allí donde ahora viven los dos con tus demás abuelos, primos y familiares que llegaron antes que tú. Tú sabes que todos ellos te quieren mucho, te conocían y esperaban con cariño tu llegada. Disfruta de todo mi pequeña Evita.
Diana Fiorella Riesco-Lind

Grito, Diana Riesco-Lind, 2024, técnica mixta sobre lienzo, 65cm x 100cm
Cartas para Eva | Grito
Discúlpame si es que a veces me sientes triste. Quiero que sepas que no es por tí, ni por nada que hayas hecho. Nosotros ya veíamos desde antes las características que tienes, todas hermosas por que son tuyas y te amamos, pero algunas de estas nos asustaron porque sabíamos que harían difícil tu tiempo con nosotros. Nuestra tristeza es egoísta, supongo Te queremos con nosotros por más tiempo, pero tus tiempos son otros. A veces he estado molesta, a veces Siento que no podría estar enojada con la vida, porque me permitió conocerte. No puedo estar molesta con tus características porque esas hacen que tú, Eva, seas Eva.. Pero si mi naturaleza a veces quiere gritar, reventar en llanto y tal vez cuestionarlo todo, pero entre ese llanto también está la alegría y la ternura de tenerte. Nos encontramos sin pensar en un remolino de emociones y pensamientos, en que la lucha por disfrutar tu existencia en el presente se mezcla con el conocimiento de que este presente es fugaz.
Diana Fiorella Riesco-Lind

Atardecer, Diana Riesco-Lind, 2016, óleo sobre lienzo, 100 x 130 cm
Te, Cuento, 2024, video, 1:06:48
El ultimo día de Eva, Diana Riesco-Lind, 2024, video, 16.13 minutos.